No estaba muerto... ¡estaba de parranda!

José Guadalupe, Posada (1852-1913)


Es un lugar común el hecho de estar constantemente justificándose por las ausencias prolongadas en el mantenimiento de la vida de los blogs. Pues bien para no ser menos aquí va mi particular retahila de escusas: trabajar pluriempleado (mañana, tarde, noche, madrugada...), escrutar, sudar en la casa, subirme por las paredes (en plan decapante), leer, escribir (poco - 'ay'), matar marcianos digitales, tocar la harmónica (poco- doble 'ay'), cantar canciones de amor al oido, tirar petardos desde la azotea, cazar gamusinos, sudar en la calle, nadar en un mar plagado de medusas y otros peligros inimaginables... Y aún así, sobrevivir.

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