Versus: notas sobre un debate electoral televisado.
Anit, veient el debat entre els partits amb representació al Parlament em va sobtar una cosa: Artur Mas va ser l'únic candidat que va mirar a càmera durant la última intervenció, en la que teòricament cadascú d'ells s'havia d'adreçar a l'espectador. Sembla que als altres no els van indicar bé quina era la seva càmera o no van fer cas de les indicacions. I dic sembla perquè a més a més va ser a l'únic que li van fer un zoom in, apropant-lo més a l'espectador.
Anoche, mientras veía el debate entre los diferentes candidatos de los partidos con representación en el Parlamento de la Generalitat de Catalunya, me sorprendió una cosa. En el último turno de palabra cada candidato debia dirigirse directamente al electorado pidiendo su voto. Los candidatos tenían bien estudiado su papel después de días repitiendo lo mismo en diferentes mítines. Su actitud era asertiva y con pocas palabras argumentaban quién y porqué debía votarles. Pero algo fallaba: la puesta en escena. Ninguno de ellos hablaba a cámara aunque, como decíamos, su actitud hacia pensar que ellos si creían estar interpelando directamente al espectador. Cerrando la ronda, Artur Mas, líder de CIU, fue el único que habló directamente a cámara durante la última intervención. És mas, durante éste 'speech' la cámara empezó a moverse hacia él en un lento y casi imperceptible movimiento de 'zoom in', cerrando el primer plano y acercándolo más si cabe al espectador. Éste último detalle me hace pensar que ésta realización no fue accidental. Tal vez algún candidato se puede despistar y no entender cuál es su cámara, pero ése movimiento de cámara delata la estrategia.
Lo sé, puede parecer enfermizo. Tal vez pueda parecer que me dedico a examinar con lupa los debates electorales. Pero no. Yo creo que si me fijé en ésto fue debido al entrenamiento de mi ojo en el leguaje audiovisual. Deformación profesional, vaya. pero el fijarse en estas sutilezas no debiera ser coto privado de entendidos. Cualquier espectador atento pude percatarse de ésto. Es más, cualquiera con un mínimo de conocimientos sobre la Historia del s.XX recordarà el socorrido ejemplo del debate Nixon vs. Kennedy, el cuál hizo decantar el sentido de unas elecciones. Está claro que no es extrapolable en el sentido que el marco histórico es diferente: ni la televisión tiene el mismo peso ni las encuestas se encuentran tan divididas como para que el resultado se decida en un plató (los sondeos dan como claro vencedor a CIU). Lo que trato es de evidenciar como el lenguaje audiovisual trabaja a un nivel sutil, imperceptible pero eficaz: un sólo movimiento de cámara es más potente que todo el arsenal dialéctico de un político profesional.
Next round el próximo martes: Montilla y Mas cara a cara. Está claro que un uno contra uno hace subir más el share que no un debate colectivo. Pero lo realmente grave es que en el camino hacia el espectáculo la política ha dejado de ser una manera de ver el mundo y de organizar el caos. De estar al servicio del ciudadano a crear un Estado que ejerce el rol de un padre consentidor o punitivo, según mande el guión. La política moderna es meramente un espectáculo ególatra. Un espectáculo en crisis que cada vez interesa a menos ciudadanos, por banal, por vacía, por caricaturesca, por egoísta. una política en la que la imagen lo es todo. Aunque a veces la imagen puede ser más difícil de domar que la palabra.
Resumen del debate y posterior cara a cara 'off the record' de Mas y Montilla. ¿Quién dijo que la política no es divertida?
Edit: 'In extremis' el cara a cara no se celebró po orden de la Junta electoral, que consideró la convocatoria fuera de plazo. Los únicos decepcionados parecen ser PSC, CiU y algún periodista mediático.
0 comentaris:
Publica un comentari a l'entrada